domingo, 16 de septiembre de 2012
En efecto, durante la Revolución Industrial las jornadas laborales se podían extender hasta dieciséis horas diarias. Solo hasta la revuelta del primero de Mayo y los Mártires de Chicago, se recortó la jornada laboral a la mitad, adoptando el horario de la actualidad. La Revolución Industrial, entonces, implicó un gran desarrollo en la producción de toda clase de bienes. Con la invención de la Máquina de Vapor por James Watt, Inglaterra catapultó su industria textil a dimensiones nunca antes vistas hasta esa época. La fábrica surgió como un nuevo espacio social, ya que transformó totalmente la forma de vida de todos los habitantes de la hasta entonces provinciana Europa.
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